facebook_js

9 de octubre de 2011

Introducción de la Alimentación Complementaria, Destete o Beikost

Introducción de los nuevos alimentos uno por uno

Los cereales

Se introducirán alrededor de los 5-6 meses y nunca antes de los cuatro. Primero serán sin gluten para evitar sensibilizaciones e intolerancias a esta proteína.

A partir de los 7-8 meses se puede dar mezcla de cereales con gluten.

A menudo es el primer elemento distinto de la leche que se introduce en la dieta de los lactantes.
Los cereales contribuyen al aporte energético, son fuente de proteínas, minerales, vitaminas (tiamina especialmente), ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que permite espaciar más las tomas.

No obstante, al tratarse de un alimento calórico, existe riesgo de sobrealimentación si se abusa de su consumo. Para preparar las papillas debe utilizarse la leche habitual y añadir el cereal necesario, manteniendo así el aporte mínimo de 500 ml. de leche diarios.

Las frutas

Se empezará a partir de los 5 meses con zumo de frutas, y más adelante con una papilla de frutas por su aporte vitamínico, nunca sustituyendo a una toma de leche, sino complementándola.

Se deben emplear frutas variadas (naranja, manzana, pera, uva, ciruela), para contribuir a educar el gusto, y es preferible evitar las más alergénicas como fresa, fresón, frambuesa, kiwi y melocotón. Suelen introducirse después de conseguida la aceptación de los cereales, aunque puede hacerse a la inversa. No deben endulzarse con azúcar.

 No tiene base nutricional ofrecer zumos de fruta antes de los 4 meses y son probables las reacciones adversas.



Las verduras y hortalizas

Se irán introduciendo a partir de los 6 meses por su aporte de sales minerales. Se deben evitar al principio las verduras con alto contenido en nitratos, como remolacha, espinacas, acelgas y nabos, incluso de cultivo biológico, no introduciéndolas diariamente. No debe aprovecharse el agua de cocción de estas verduras para añadir al biberón.

Por ello, al principio se han de preferir patatas, judías verdes, calabacín, etc. para más tarde introducir las demás verduras. Estas deben cocerse con poca agua y en este caso si se puede aprovechar el caldo de cocción, en el que quedan disueltas parte de las sales minerales.

Al inicio, se recomienda evitar las flatulentas (col, coliflor, nabo) o muy aromáticas (puerro, espárragos) Conviene añadir una cuchara de postre de aceite de oliva al puré, pero no debe añadirse sal.

Carnes
Preferiblemente las menos grasas, empezando por el pollo y nunca antes de los seis meses, en una cantidad de 10-15 gramos por día y aumentando 10-15 gramos por mes, hasta un máximo de 40-50 gramos, mezclada y batida la carne con patata y verduras.

Posteriormente se introduce la ternera, el cordero y otras. Aportan proteínas de alto valor biológico, lípidos, hierro, zinc y ciertas vitaminas. Las vísceras (hígado, sesos, etc.) aportan exceso de colesterol y grasa saturada.

Pescados
Nunca comenzar antes de los 9 meses debido a su mayor capacidad de provocar alergia, y si el bebé tiene antecedentes familiares de alergia, incluso hasta pasado el año de edad. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir a algunas tomas de la carne. Es conveniente empezar por pescados blancos como merluza, lenguado, rape, gallo, siendo extremadamente cuidadosos con las espinas.

Huevos
Nunca crudos. Se introducirá primero la yema cocida sobre el noveno mes añadida al puré de medio día, para tomar el huevo entero (con la clara) hacia los doce meses. Puede sustituir a la carne.
La frecuencia de consumo recomendada es de 2-3 unidades por semana. La yema es buena fuente de grasas, ácidos grasos esenciales, vitamina A, D y hierro.

La clara aporta principalmente proteínas de alto valor biológico, pero entre ellas se encuentra la ovoalbúmina, con capacidad de provocar alergia.

Legumbres
Añadidas al puré de verduras a partir de los 18 meses. Si se mezclan con arroz u otros cereales, sustituyen a la carne, y se pueden tomar así hasta dos veces por semana.

Yogures y queso fresco
A partir del 8ºmes; natural, sin azucarar como complemento de la merienda, sólo o mezclado con la papilla de frutas.

Azúcares refinados, miel y otros dulces
No es recomendable el consumo de azúcar, pues la dieta del bebé tiene un aporte adecuado de hidratos de carbono. Es muy importante no alimentar a los lactantes con miel ni jarabe de maíz debido a que estos alimentos se han identificado como las únicas fuentes dietéticas de las esporas del Clostridium botulinum y a esta edad no tienen la inmunidad suficiente para resistir el desarrollo de estas esporas causantes del botulismo.

La leche de vaca,  quesos…
Nunca se introducirá antes del año, y cuando se incluya en la dieta deberá ser entera, por su aporte de vitaminas liposolubles (solubles en grasa) y grasas, salvo que haya recomendación médica que especifique otra cosa.

Agua
 Mientras el lactante recibe sólo leche materna o fórmula adaptada no requiere líquidos adicionales, salvo en situaciones extremas de calor o pérdidas aumentadas de líquidos (fiebre, diarrea). Por el contrario, ya que la alimentación complementaria supone una mayor carga renal de solutos, no basta con los líquidos aportados por la leche y otros alimentos, y se debe ofrecer al niño agua con frecuencia.