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26 de noviembre de 2014

Consejos Nutricionales en Pancreatitis

Consejos Nutricionales en Pancreatitis Crónica

Introducción a la pancreatitis

La pancreatitis crónica es una enfermedad del Páncreas, que es una glándula de nuestro organismo. La pancreatitis provoca normalmente dolor en el vientre y trastornos en la digestión de los alimentos. Estas dificultades en la digestión suelen ir acompañadas de diarrea, pérdida de peso y, en ocasiones, falta de vitaminas y minerales.

Además, el páncreas es la glándula que fabrica las sustancias  (insulina y otras hormonas) que regulan el metabolismo del azúcar. La falta de estas sustancias ocasiona un aumento de los niveles sanguíneos de azúcar. Por eso, en el 40-80% de los casos de pancreatitis puede existir, como consecuencia, diabetes mellitus, enfermedad que todavía es más frecuente cuando se ha practicado cirugía pancreática, e incluso problemas biliares.

Es muy importante que cumpla las indicaciones de su médico en los siguientes aspectos:
Seguir la alimentación recomendada (tratamiento dietético).
— Tomar los medicamentos indicados (tratamiento farmacológico)
— Tomar, si el MEDICO lo considera necesario, una alimentación suplementaria con preparados de nutrición enteral y vitaminas y/o minerales.

Recomendaciones generales en pancreatitis

A continuación le ofrecemos unas recomendaciones generales sobre la dieta, que deberán ser adaptadas de forma individual según el criterio de su médico.
• Es imprescindible que tenga una alimentación suficiente para evitar la pérdida de peso. Piense que los pacientes con pancreatitis crónica, como no pueden digerir muchos de los nutrientes y los eliminan por las heces, necesitan más calorías de las que precisaría una persona sana de peso y talla parecidos.

• Se aconseja que coma frecuentemente, unas 5- 6 comidas al día, procurando evitar los períodos de ayuno.

• Si come alimentos ricos en grasa puede tener diarrea, dolor de vientre y pérdida de vitaminas y minerales. Por este motivo, una de las primeras cosas que hay que hacer es evitar los alimentos que la contienen grasas como: margarina, mantequilla, salsas, mayonesa, nata liquida… aceites pero aquí puntualizamos que al recomendarse en la Dieta Mediterránea un consumo de 3-6 cucharadas de aceite de oliva, esto se ha de respetar ya que es una grasa muy saludable, no como otras vegetales las cuales se debe evitar su consumo como: aceites de coco, palma, palmítico…. Pero esta precaución tiene una clara consecuencia: las grasas aportan muchas calorías a la dieta y, si no las tomamos, para compensar es necesario aumentar el consumo de otros alimentos. En concreto, hay que tomar más alimentos ricos en hidratos de carbono (legumbres, arroz, pastas, pan, etc., que son muy energéticos) y ricos en proteínas (carne, pescado, leche huevos...).

• Utilice formas de cocinar sencillas (hervidos, plancha, asados...). No son aconsejables los platos muy condimentados y las salsas. Se prefiere el uso de hierbas aromáticas antes que de especias para condimentar las comidas, al igual que evitar el uso de pastillas de caldo concentradas.
• Después de las comidas no realice una actividad excesiva: guarde un cierto reposo.
• No tome nada de alcohol.
• A algunos pacientes les sienta mal la leche ya que padecen intolerancia a la lactosa, que es un azúcar contenido en la leche y sus derivados; también se halla en numerosos alimentos precocinados. Si  es así puede usar leche sin lactosa como leche de avena, arroz, soja…

Los alimentos recomendados
  • En primer lugar, destacan los carbohidratos de absorción lenta, pan, pasta, arroz, harinas BLANCAS NO INTEGRALES…
  • Verduras y hortalizas cocinadas, evitar las frescas, ya que no se digieren correctamente. Evitar el consumo de Verduras que producen gases, tales como el brócoli, el repollo, la coliflor, el pepino, los pimientos verdes, cebolla, champiñones, alcachofas,  habas, rábanos, nabos, espárragos, el maíz…
  • Frutas: Mejor peladas, evitar las que provocan más gases como: las manzanas, ciruelas, pasas, uvas y peras.
  • Legumbres pasadas por puré y sin grasas añadidas.
  • Lácteos y derivados: desnatados evitar grasas Y EVITAR TODOS SI HAY INTOLERANCIA A LA LACTOSA.
  • Carnes magras y pescados blancos COMO MERLUZA, PESCADILLA, LENGUADO…
  • Respecto al huevo: La clara es más digestiva.
  • Sopas desgrasadas
  • Las bebidas gaseosas y los edulcorantes artificiales, como el manitol, xilitol y el sorbitol, también son agentes productores de gases. Estos se localizan sobre todo en los caramelos y en los chicles o en bebidas sin azúcar.


Otro de los suplementos nutricionales para este tipo de enfermedades es el aceite MCT, que se compra en farmacias y contiene un tipo de grasa (triglicéridos de cadena media) que se digiere mejor que las grasas normales. Es muy útil para aumentar las calorías de la dieta.
  • Es preferible su utilización en crudo, aliñando los alimentos ya preparados: legumbres, verduras, pastas...
  • También puede añadir una cucharadita a la leche desnatada, batidos de frutas, etc.
  • El calentamiento a más de 150 ºC puede producir alteraciones del producto y mal sabor, aunque existe algún preparado comercial que permite un calentamiento a temperaturas superiores.
  • Se aconseja introducirlo en la dieta de forma progresiva, comenzando por una cucharadita en cada comida principal y aumentando hasta 2-3 cucharadas.